La solicitud la habría realizado en Inglaterra la Agencia de Normas Alimentarias.
No solamente se orientó el pedido a la población en general, sino que también se instó a los cocineros de la televisión que se abstengan de lavar el pollo antes de cocinarlo.
La razón es que, con la acción del lavado, podría extenderse una bacteria similar a la salmonela, denominada campilobacter. Esta bacteria, de atacar a los humanos, puede producir diarreas e incluso la muerte.
Estos especialistas aseguran que la operatoria manual del lavado, y las salpicaduras, pueden extender la bacteria y si directamente se le da una buena cocción, los peligros son minimizados.
Afortunadamente, en Argentina no es común lavar el pollo antes de su cocción, y desde el INTA proponen que lo mejor es un buen control en las plantas de faenamiento.
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