Según la tradición, el 1 de agosto debe tomarse, en ayunas, un trago de caña con ruda.
Algunos opinan que no es sólo un trago, sino que son siete los que deben tomarse.
Se supone que esta preparación sirve para espantar a "los males del invierno". También la creencia anuncia que este brebaje evita los estados gripales.
La tradición de la caña con ruda se remonta a los indios guaranies, que conocían las capacidades medicinales de la ruda macho.
La ruda se utiliza internamente con éxito contra los parásitos y
determinados malestares gastrointestinales; usada exteriormente,
aseguran que sirve para calmar el ardor e irritación de picaduras de
bichos y alimañas.
Por otro lado, también se dice que la ruda es una planta que no
debe faltar en ninguna casa, porque la creencia popular la concibe como
un verdadero conjuro contra las malas ondas, la envidia y la mala
suerte.
La tradición de beber esta preparación el 1° de agosto tiene, desde luego, un significado
especial: es el día en que se honra a la Pachamama (la Madre Tierra), y marca el momento
en que el invierno comienza a retroceder en busca de la primavera.
Las virtudes de la caña con ruda trascienden el exorcismo de las
enfermedades, para transformarse en un rito de propiciación, y en una
vacuna contra el mal de ojo y la mala suerte para todo el año.
Pero la caña con ruda también tiene sus peligros. Debido a la gran cantidad de alcohol de la caña, puede producir algún mareo. Sin embargo, más vale una pequeña borrachera que morirse.
¿Ya tomaste tu copita de caña con ruda? Debemos aceptar que el día, gris y frio, está ideal para eso.
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