Y no es una lengua sencilla.
Muchas veces, demasiadas veces, la usamos incorrectamente o caemos en las llamadas "utilizaciones no normativas". No son errores ortográficos, que pueden consultarse en un diccionario. Son usos inadecuados o fuera de la norma de expresiones o construcciones.
El DEQUEISMO es una de las más frecuentes construcciones no normativas.
Entenderemos mejor de qué estamos hablando si analizamos algunos ejemplos, todos incorrectos:
- Me consta de que el cine estaba lleno
- Resulta de que fueron muy pocas personas a la fiesta
- Creo de que muy pronto nos volveremos a encontrar
- Me consta que el cine estaba lleno
- Resulta que fueron muy pocas personas a la fiesta
- Creo que muy pronto nos volveremos a encontrar
También puede darse el caso de oraciones sustantivas que funcionan como complemento directo de cosa. Veamos algunos ejemplos:
Esta es la versión incorrecta:
- Me aconsejaron de que no beba alcohol si voy a conducir
- Todos sabemos de que la yerba ha aumentado mucho
- Me aconsejaron que no beba alcohol si voy a conducir
- Todos sabemos que la yerba ha aumentado mucho
El QUEISMO es el fenómeno contrario al anterior, y que determina también utilizar expresiones en forma incorrecta.
Veamos algunos ejemplos, en su versión incorrecta:
- Me alegro que no haya sido un problema grave
- Me acuerdo que siempre íbamos a tomar un café al mismo bar
- Me alegro de que no haya sido un problema grave
- Me acuerdo de que siempre íbamos a tomar un café al mismo bar
Hay una receta infalible para utilizar correctamente nuestro idioma: Leer mucho.
Es una receta de resultados lentos, pero siempre funciona
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