Aunque el frío, en sí mismo, no es causante de enfermedad, existen hábitos y conductas asociadas a las bajas temperaturas que aumentan el riesgo de enfermar. El frío actúa como factor coadyuvante. Disminuye las defensas del organismo, bien por trastornos vasculares o por alteración inmunitaria y produce resfríos. Asimismo, agentes de algunas enfermedades encuentran un huésped con menos defensas que en verano. Por otra parte, los cilios nasales, que pierden movilidad con el frío, permiten que los microorganismos penetren más profundamente en el organismo.
Desde la Subsecretaría de Epidemiología y Prevención del PAMI, nos acercan algunos consejos para tomar en estas épocas de fríos bastante crudos por la noche y la mañana y tardes templadas:
- Cuando salga cerca del mediodía o por la tarde, cuando la temperatura es más agradable, no olvide llevar un abrigo por si refresca rápido.
- Evite mojarse o salir mojado a la calle o a la intemperie.
- Abríguese convenientemente tanto dentro de su casa como al salir de ella. No es cuestión de ponerse liviano de ropas solamente porque se está dentro.
- Si tiene que salir cuando la temperatura exterior es baja, hágalo en forma breve y con sombrero, bufanda para cuidarse la cara y la boca, un buen abrigo, y si es posible, varias capas de ropa.
- Esté atento a las variaciones de temperatura en las habitaciones.
- Mantenga los ambientes limpios y ventilados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario