Querida tarde gris:
¿Te crees muy melancólica
con tus nubarrones y cristales
empañados de lluvia y recuerdos?
¿O a poco te sientes
terriblemente pesimista
con esos gemidos de ventisca helada
que roban sombreros y desarman paraguas?
Lamento decepcionarte, pero
tienes muy poco de "tarde"
y mucho menos de "gris".
Nunca es tarde
si vemos el mundo
con ojos de recién nacido
y nuestra boca dibuja una perfecta letra O
de sorpresa ante el milagro portentoso
y la aventura suprema de vivir.
Desengáñate, tampoco serás nunca
completamente gris y monótona
Siempre nos salvará el color, la música,
belleza y poesía
de aquellos pájaros
con el pecho ensangrentado,
enredaderas fundiéndose en cascadas
de tonalidades verdes y doradas,
charcos reflejando el guiño
de mil astros temblorosos,
campos de flores de amarillo chillón,
montañas que se difuminan
en lejanía de azules claros... infinitos
Así que Tarde Gris, deja de hacerte
la nostálgica, estornuda ¡de una vez por todas!
la neblina con la que te sientes tan misteriosa,
desarruga el ceño encapotado de tu cielo
y regálanos tu sonrisa de rayos fulgurantes
Llénate de júbilo Tarde Gris,
porque aunque los tontos y gruñones
echen pestes de ti, siempre habrá
algún loco que te contemple
como lo que realmente eres:
pintura única salida de la paleta
del más original de los artistas
y.. si eso no te convence,
te tengo otro motivo
ridícula vanidosa:
¿no te diste cuenta que te volví FA-MO-SA
con estos versos?
Alejandro González Degetau
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