Cuántas veces hemos dicho, y escuchado decir: "Qué rápido que pasa el tiempo últimamente".
Y resulta curioso que no son solamente las personas adultas quienes expresan este comentario, sino también los jóvenes y hasta a veces los niños.
Da la sensación de que todo ocurre más rápidamente. Como si hubiese una aceleración en el paso del tiempo.
-"Parece que fue ayer cuando preparamos el pan dulce para navidad", dice doña Eulodia.
-"Y, si. Hasta hace no mucho la electricidad en Soldini se cortaba a las 11 de la noche y hasta el día siguiente", reflexiona don Lamberto, mientras repara el cuerito de una canilla que gotea, esperando que el GPS termine de cargar su batería.
Esta sensación bastante generalizada, ¿será producto de la imaginación?, ¿se tratará de solamente una percepción?.
Analizando e investigando sobre la cuestión aparecen varias teorías:
1. La teoría matemática.
Parece que la mente humana calcula el paso el tiempo en función del tiempo de vida que tiene una persona. Por ejemplo, si una persona tiene 10 años, 1 año es la décima parte de toda su vida, o sea, el 10%. Y en la cabeza se guarda ese valor. Pero cuando uno tiene 50 años, un año es solamente el 2% del total de la vida.
Dicho de otra manera, para una persona de 50 años, el último año se habrá pasado 5 veces más rapido que a una persona de 10.
2. La teoría de los recuerdos.
En realidad, esta teoría complementa a la anterior.
Resulta que el cerebro suele engañar con respecto a su manera de "medir el tiempo", porque parece que lo hace en función de la cantidad de recuerdos acumulados.
Cuando se es jóven, todas las experiencias se almacenan porque son nuevas. Cuando se es más viejo, las experiencias suelen repetirse, por lo tanto no se almacenan como nuevas.
Esto significa que a medida que pasa el tiempo, vamos guardando menos recuerdos, entonces nuestra cabecita nos engaña diciendo que el tiempo ha pasado más rápido.
3. La teoría pseudocientífica de la RESONANCIA SCHUMAN
Esta teoría, que tiene apariencia de sustentarse en bases científicas, parece explicarse por medio de la denominada RESONANCIA SCHUMANN.
Winfried Otto Schumann, físico alemán, verificó en el año 1952 que el planeta Tierra está rodeado de un campo electromagnético poderoso que se forma entre el
suelo y la parte inferior de la ionosfera . Ese campo posee una resonancia (de ahí el nombre de
resonancia Schumann) más o menos constante del orden de 7,83 pulsaciones
por segundo. Funciona como si fuera un marcapasos, responsable del
equilibrio de la biosfera, condición común de todas las formas de vida.
También se ha comprobado que todos los vertebrados y nuestro cerebro
están dotados de esa misma frecuencia de 7,83 hercios. Empíricamente se
ha constatado que no podemos ser saludables fuera de esta frecuencia
biológica natural. Siempre que los astronautas, en razón de los viajes
espaciales, quedaban fuera de la resonancia Schumann, se enfermaban.
Pero sometidos a la acción de un "simulador Schumann" recuperaban el
equilibrio y la salud.
Resulta que en los últimos tiempos, ésta frecuencia de la "Resonancia Schumann" ha ido creciendo para llegar hasta los 12 o 13 Hercios.
Este cambio del "pulso de la Madre Tierra" genera cambios, en este caso aceleraciones, en nuestra percepción del paso del tiempo.
Seguramente habrá muchas más teorías, pero lo cierto es que ya no tenemos más tiempo para dedicarle a este tema, porque se nos ha pasado la hora volando.
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